«Cuando sentí el terremoto pensé: ¡Dios mío! ¡Otra desgracia que nos golpea con fuerza!… En Haití hemos de levantar una y otra vez lo que la naturaleza nos derriba sin perder la fe». «Nuestras necesidades más urgentes: alimentos, medicinas, agua potable, tiendas de campaña para familias que duermen en la calle y contrucción de locales temporales para albergar a sacerdotes, colegios, celebraciones, etc». «El Papa Francisco fue, sin duda, la primera persona en manifestarnos su cercanía espiritual y solidaridad fraterna, inmediatamente después del terremoto. Su apoyo nos levanta el ánimo. Es como un buen general que levanta la moral de sus tropas duramente golpeadas o afectadas». «A pesar de las dificultades, se sigue manteniendo la esperanza en un futuro más digno y mejor. Y esto es lo asombroso, que tanto perjuicio no alcanza a socavar nuestra fe en Dios, nuestra esperanza de un futuro mejor». «La ayuda que recibimos de España y de otros países, es tanta la necesidad que es como ‘una gota de agua dulce en un océano sucio’. Pero ‘esta gota de agua dulce hace la diferencia. Nutre nuestra fe. Desde aquí nuestro agradecimiento a la Fundación Mensajeros de la Paz».
Declaraciones de Mons. Joseph Gontrand, Obispo de Jeremie. Entrevista completa: https://www.religiondigital.org/america/Joseph-Dondedieu-Haiti-acostumrados-reconstruir_0_2379962004.html