Desde la Fundación Mensajeros de la Paz hemos apoyado durante este año 2021 el centro para chicos con discapacidad en Puerto Príncipe Haiti

Fundación Mensajeros de la Paz

Desde la Fundación Mensajeros de la Paz hemos apoyado durante este año 2021 el centro para chicos con discapacidad en Puerto Príncipe Haiti, a través del proyecto “DESARROLLO DE LA INCLUSIÓN LABORAL de pre-adolescentes en situación de discapacidad que cursan 2º ciclo de educación fundamental en la Escuela San Carlos de Borromeo”. Los beneficiarios han sido 70 alumnos en situación de discapacidad y 210 personas de las familias de los preadolescentes. La Escuela San Carlos Borromeo se encuentra ubicada en la comuna de Croix des Bouquets, al noreste de Puerto Príncipe – Haití, en la cual habitan (según estadísticas y proyecciones del año 2012) un total de

238.222 habitantes, de los cuales 111.388 se encuentran en el área urbana frente a los 126.834 que pueblan el área rural. Es una población generalmente adulta, en la cual, 239.000 del total de sus habitantes son mayores de 18 años, no obstante, en el área urbana, 56.930 son menores de 18.

La escuela es propiedad de los Padres de san Carlos Borromeo, pero su administración  está a cargo de la Congregación de las Hermanas Dominicas de la Presentación, cuyo trabajo se enmarca en las acciones dirigidas a las poblaciones más vulnerables, principalmente a través de 2 escuelas primarias, 1 escuela secundaria, un centro de atención pediátrica, un espacio de formación espiritual y una escuela maternal en total más de 818 estudiantes, 40 profesores, 4 voluntarios profesionales y 5 coordinadores.

Con el paso de los años y conociendo la realidad con la que viven los niños, niñas y adolescentes en situación de discapacidad en la Escuela San Charles de Borromeo, se ha observado que cuando los adolescentes terminan la escuela, no logran integrarse en la sociedad adecuadamente, no logran encontrar un trabajo, ni ser independientes, debido a las dificultades cognitivas, motoras, emocionales o sensoriales que ellos pueden presentar, las cuales no les permiten rendir lo que se espera. Además, se ha visto que los contenidos que aprenden en la educación formal actual, no están acordes a sus capacidades, no logran aprenderlos ni retenerlos; paralelo a esto los profesores no están capacitados ni tienen la empatía para poder trabajar con jóvenes en situación de discapacidad, por lo que les exigen de igual manera que al resto, y como resultado a todas estas características de la educación, los jóvenes se sienten excluidos y frustrados de no poder aprender ni participar en la sociedad como quisieran.